Delicadamente PUNK
Rigurosamente callejero en sus inicios, el punk se complacía entre la ofensa y la provocación. Hijo legítimo del inconformismo y la transgresión pasó de ser “contracultura anti moda” a moda de consumo. Adoptado y reeducado por nombres como Vivienne Westwood, Versace, Burberry y Valentino, el Punk se rinde contradictoriamente ante la delicadeza. Dejó la calle, subió directamente a la pasarela y de allí no pretende bajar. Estilísticamente decadente y opulento es todo un clásico. De su irreverencia original queda poco, pero de su encanto sensual presente en la alta costura y el ready- to -wear queda absolutamente todo.
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