Momento Frívolo
Cuando el cuarto banco se rompió, la atildada audiencia del desfile de Balenciaga -Catherine Deneuve, Salma Hayek...- se dejó de remilgos y, entre risas nerviosas, se puso en pie. Nadie quería ser el siguiente al que se le rompiera la silla. Un sentimiento que une a la humanidad desde tiempos escolares. A partir de ese momento, la presentación de la colección de primavera / verano 2012 pasó a formar parte del anecdotario de la industria de la moda. Se convirtió formalmente en "el-día-en-que-vimos-un-desfile-de-Balenciaga-de-pie". Más allá de lo curioso, el pánico suscitado por sillas que desaparecen bajo las más regias posaderas es una buena metáfora de lo que se vive en la semana de la moda francesa.
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