La moda es sin duda alguna sinónimo de cambio

La moda es sin duda alguna sinónimo de cambio, cuatro veces al año esperamos ver con ansiedad la “novedad” impuesta por los diseñadores en las pasarelas de alta costura y prêt-à-porte. Toda una industria gira alrededor de este sistema que produce al año cientos de miles de dólares.
¿Qué sucede con el mundo de hoy que todavía añora con grandeza la moda que caracterizó a las seis últimas décadas del siglo veinte?. Los años sesenta y setenta todavía son fuente de inspiración, inclusive los años ochenta. Muchos expertos comentan en sus escritos que la moda es cíclica, que de cuando en cuando, retomamos como en una especie de sopor amnésico la apariencia y las características de décadas pasadas. Las siluetas impuestas por Chanel, Balenciaga o Dior (por nombrar algunas) continúan siendo fuente de inspiración y seguridad para las grandes casas de moda. Parece ser que algo nos ata a este pasado no tan lejano, parece ser que no podemos superar los años 60 con las irrupciones magníficas de Yves Saint Laurent. ¿Será que la mini falda fue en realidad el último grito de un periodo en el que todavía se tenían esperanzas?, ¿ preferimos entonces la seguridad del pasado para omitir el riesgo de un presente mediáticamente incierto?
Alexander Mcqueen en su penúltima colección para el otoño - invierno de 2009, mostró y parodió con absoluta destreza esta situación de creación repetitiva en la que están sumidos los diseñadores y el mundo de la moda. Para hacerlo recicló las siluetas que han definido gran parte de la historia de la moda durante los últimas 6 décadas. Para complementar sus diseños utilizó objetos que se podrían encontrar en cualquier basurero. Telas estampadas con la obra de Escher nos recordaron constantemente la obsesiva necesidad de ver sin rencor hacia atrás. Nos sentimos seguros en el pasado y vemos con desconfianza el futuro. Quizás podamos ver asomos de novedad en las fibras tecnológicas que cada vez más son el punto de partida para ofrecer a los consumidores la posibilidad de mejorar su experiencia mientras se visten o utilizan una prenda en particular. Bajo este panorama podríamos decir que para los grandes creadores y casas de moda se hace necesario y es más rentable recordar la historia para volver a repetirla.

Comentarios

Entradas populares